«Fue difícil y nadie me entendía»

Para mí fue difícil. Me sentía con miedo a medida que avanzaba el embarazo porque no estaba segura de sí iba a poder pese a que estaba feliz de estar embarazada. Estaba sensible y a veces lloraba y como pasa siempre mi suegra me decía “deberías estar feliz” y si, lo estaba, pero también tenía miedo y angustia.

Leía y leía en internet todo sobre maternidad e idealicé mi parto a un parto normal y sin problemas. Fue finalmente cesárea y mi hija estuvo en la Neonatología por nada grave 24 horas y recuerdo volver a la habitación sola sin mi guagua y todos los familiares mirando y me sentí mala mamá, culpable y además todos iban a “visitarme” haciéndome preguntas que lo único que hacían era incomodarme.

Cuando llegó mi guagua a la habitación tomó leche sin ningún problema pero si tuve miedo al irnos a la casa. No fue nada de fácil, nunca había sido mamá y mi marido (ahora ex) no me ayudaba, solo me retaba y criticaba.

Me despertaba en la noche mil veces a ver si estaba respirando, pasaba días sin dormir, incluso llegue a tener una crisis de pánico

Finalmente fui a una psiquiatra que me dijo que tenía depresión posparto y (recién fui al año) y me dio medicamentos. Ella me ayudó mucho a subir mi autoestima nuevamente y a entregarme la seguridad que mi ex marido, amigos, suegra me habían quitado. Si hoy tuviese otro hijo haría todo muy distinto, con más confianza en mi intuición, en lo que yo siento y prestándole más atención a mi hija que a lo que me decía el resto.

No es fácil.

 

Por Fili